El exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, llega al Reclusorio Norte de la Ciudad de México donde también se encuentran otros políticos o personajes famosos. Uno de ellos es el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien está preso ahí mismo por el delito de asociación delictuosa.
También está el abogado Juan Collado, por el delito de lavado de dinero.
El Reclusorio Norte, tiene, según cifras del 24 de septiembre, una población de 7 mil 350 internos cuando su capacidad es de 6 mil 092, por lo que hay una sobrepoblación de 26.65%, según la página de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario capitalina. Está ubicado en Cuautepec Barrio Bajo, en la alcaldía de Gustavo A. Madero, al norte de la capital.
El exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya indicó al juez que él no se dio a la fuga, como afirmó la Fiscalía General de la República (FGR), y está dispuesto a seguir colaborando para dar con los destinatarios finales de los actos de corrupción cometidos el sexenio pasado.
Durante la audiencia en la que el juez José Artemio Zúñiga impuso a Lozoya prisión preventiva justificada, el exdirector de Pemex hizo uso de la palabra en un último intento de evitar el cambio de la medida cautelar.
“Hay muchos intereses que no quisieran que se conozca la verdad, que son los destinatarios finales de los recursos”, aseguró. “Yo no me fugué, yo vine el 1 de mayo de 2019 a México y me regresé a trabajar porque como consultor extranjero debía viajar mucho”.
En la diligencia, la FGR señaló al juez que para que Lozoya compareciera por el caso Odebrecht tuvo que expedirse una orden de aprehensión y que una vez ejecutada en España pasaron siete meses antes de lograr la extradición del exfuncionario de Pemex.
“Cuando ejecutaron la orden de aprehensión ya estábamos en diálogos con la Fiscalía General de la República para el criterio de oportunidad”, añadió Lozoya.
Reiteró, como señaló en la denuncia que presentó en agosto de 2020 para solicitar el criterio de oportunidad, que él fue parte de un aparato de sobornos organizado por autoridades del Estado mexicano y que no dejará de aportar elementos para que se logre dar con los responsables.
“Esas narrativas de que ‘se fugó’ sirven para que me carguen a mí las culpas de otras personas que realmente se beneficiaron de esos delitos”, enfatizó el exdirectivo.
“Se habla de un trato diferenciado hacia mi familia, pero mi madre estuvo presa en tres prisiones por haber recibido 120 mil dólares en 2012, antes de que yo fuera funcionario público, que yo le transferí para que me hiciera favor de pagar un impuesto sobre la compraventa de una casa”.
Recordó que su mamá, Gilda Margarita Austin, lleva dos años en prisión domiciliaria acusada de lavado de dinero y asociación delictuosa por el caso Odebrecht. E
Emilio Lozoya comentó que a su esposa también se le está acusando por supuestamente recibir dinero ilícito y blanquearlo.
“No van a encontrar un solo ingreso ilegal en las cuentas de mi esposa. Se habla de beneficios cuando mi mujer tiene una orden de aprehensión en su contra, mi hermana tiene dos órdenes de aprehensión por supuestos recursos recibidos antes de que yo fuera servidor público”, señaló.
“No me arrepiento de haber hablado con la verdad y de haber expuesto estos hechos; de trato privilegiado, pregúntenle a mi madre (…) queremos no sólo resolver un problema nuestro como familia, sino queremos que se alcance la justicia”, precisó.